Repensar el saber e ir hacia una epistemología desde el Sur - Análisis del libro: Una epistemología del Sur de Boaventura de Sousa Santos
Repensar el saber e ir hacia una epistemología desde el Sur
La denuncia del epistemicidio y la necesidad de una justicia
cognitiva
Boaventura de Sousa Santos inicia
su planteamiento proponiendo una ruptura profunda con las formas dominantes de
producir conocimiento. Lo hace a partir de la noción de “epistemicidio”, un
término potente que denuncia el silenciamiento sistemático de los saberes no
occidentales, principalmente aquellos generados en contextos de colonización,
pobreza o resistencia. El epistemicidio no es un fenómeno accidental, sino
estructural, resultado de siglos de colonialismo, racismo y explotación. Esta
forma de violencia intelectual ha marginado tradiciones enteras de pensamiento,
prácticas de vida y formas de entender el mundo que no se alinean con los
parámetros de la ciencia moderna.
La idea de una "justicia
cognitiva" aparece entonces como inseparable de la justicia social. No se
puede hablar de verdadera emancipación si solo se reconoce como válido el
conocimiento producido por instituciones y sujetos del Norte global. De Sousa
Santos nos invita a pensar que existen múltiples formas de conocimiento, todas
ellas válidas y útiles, aunque muchas hayan sido históricamente
invisibilizadas. En este punto, el autor no promueve un relativismo ingenuo,
sino un pluralismo epistemológico radical, en el cual el diálogo entre saberes
es posible y necesario.
Desde una mirada crítica, esta
propuesta interpela a las ciencias sociales latinoamericanas, obligándolas a
revisar sus propias estructuras de producción de saber. ¿Qué conocimientos
priorizamos? ¿A qué voces damos legitimidad? En el campo de la psicología
social, esto es particularmente relevante: muchas veces se ha privilegiado la
teoría importada del norte por sobre los conocimientos locales, desconectando
así la teoría de las realidades concretas de nuestros pueblos. La epistemología
del Sur nos impulsa a cuestionar esas prácticas y a construir desde nuestras
propias experiencias.
Esta denuncia no es un mero
ejercicio académico: tiene consecuencias prácticas y políticas. Implica
reconocer que los pueblos oprimidos no solo sufren la pobreza material, sino
también la pobreza epistémica. Es decir, la imposibilidad de nombrar y transformar
su mundo con sus propias categorías. En este sentido, la lucha contra el
epistemicidio se vuelve también una lucha por la dignidad y la autonomía. La
epistemología del Sur no es solo una propuesta teórica, sino un acto político
de resistencia y creación.
Ecologías de saberes: más allá del monocultivo epistemológico
Uno de los conceptos más creativos
y transformadores que ofrece de Sousa Santos es el de “ecología de saberes”. En
contraste con el monocultivo del saber científico occidental —que ha pretendido
monopolizar la verdad—, la ecología de saberes propone la convivencia, el
reconocimiento mutuo y la colaboración entre distintos tipos de conocimiento.
Esta metáfora no es casual: así como un ecosistema saludable requiere
diversidad biológica, un sistema de conocimiento saludable necesita diversidad
epistémica.
En este sentido, el autor no se
opone a la ciencia, sino a su absolutización. Reconoce el valor de la ciencia
moderna, pero insiste en que no es la única forma válida de conocer. El
conocimiento indígena, campesino, afrodescendiente, popular, espiritual, son
formas legítimas de acceder al mundo y de transformarlo. La ecología de saberes
promueve la idea de que “todos los saberes son incompletos, pero todos
pueden ser útiles”, y que solo en interacción y diálogo pueden acercarse a
una comprensión más rica de la realidad.
En la práctica, esto implica una
transformación profunda de los métodos de investigación y de la relación entre
investigador e investigado. La psicología social, por ejemplo, no puede
limitarse a estudiar a las comunidades como “objetos de análisis”, sino que
debe involucrarlas como co-productoras del conocimiento. Esto supone una ética
de la humildad y del respeto por los saberes situados, una disposición a
aprender con y desde los otros, no sobre ellos.
Por tanto, la ecología de saberes
también es una propuesta metodológica. Nos obliga a diversificar nuestras
formas de investigar, a valorar la narrativa, la memoria, la experiencia, el
cuerpo, como fuentes legítimas de conocimiento. Es una invitación a salir del
laboratorio y entrar en los territorios, a abandonar la distancia neutral del
experto y asumir una participación comprometida con las luchas por la dignidad,
el territorio y la vida.
Sociología de las ausencias y de las emergencias
Otra herramienta poderosa del
pensamiento de Sousa Santos es su propuesta de una “sociología de las
ausencias” y una “sociología de las emergencias”. La primera parte de esta idea
se enfoca en identificar y comprender cómo muchos fenómenos, experiencias y
saberes han sido negados o silenciados por el canon científico dominante. Lo
que no se ajusta a los criterios del conocimiento hegemónico se declara
inexistente, irrelevante o irracional. En este sentido, la sociología de las
ausencias trabaja para visibilizar lo negado.
La segunda parte, la sociología de
las emergencias, busca captar lo nuevo que está surgiendo en las prácticas de
resistencia, en las formas alternativas de vida que se construyen día a día.
Son experiencias que aún no tienen nombre, que todavía no han sido reconocidas
como conocimiento, pero que portan un potencial transformador enorme. Esta
doble sociología nos invita a mirar el mundo con otros ojos, a buscar lo que
falta y a abrirnos a lo que viene.
Para la psicología social, esta
herramienta es clave para abordar temas como la identidad, la subjetividad y la
acción colectiva en contextos de opresión. Muchos de los malestares
contemporáneos no pueden ser comprendidos desde las categorías tradicionales.
Es necesario incorporar nuevas lógicas, nuevos lenguajes y nuevas formas de
escucha que permitan acercarse a las experiencias silenciadas. De lo contrario,
la psicología corre el riesgo de seguir reproduciendo el mismo orden social que
pretende transformar.
Finalmente, esta sociología también
es una ética del conocimiento. Implica preguntarse no solo por lo que sabemos,
sino por lo que elegimos no ver. ¿Qué ausencias estamos contribuyendo a
perpetuar con nuestras teorías? ¿Qué posibilidades de emergencia estamos
ignorando? En este sentido, la propuesta de Sousa Santos nos interpela
profundamente: investigar no es solo producir información, sino tomar posición
ante el mundo.
La pluralidad del tiempo y la crítica al tiempo único de la
modernidad
Uno de los aspectos más originales
del pensamiento de Sousa Santos es su crítica al tiempo único de la modernidad.
La ciencia moderna, junto con el capitalismo, ha impuesto una visión lineal,
progresiva y homogénea del tiempo. Este tiempo único no reconoce los ritmos y
temporalidades diversas de los pueblos, ni las formas distintas de vivir,
resistir y transformar la vida. Así, muchas culturas han sido vistas como
“atrasadas” simplemente porque no encajan en la cronología del progreso
occidental.
La epistemología del Sur defiende
una pluralidad de tiempos: tiempos circulares, cíclicos, ancestrales,
comunitarios, que permiten otra relación con la naturaleza, con los otros y con
uno mismo. Esta pluralidad temporal es clave para construir alternativas al
capitalismo, que necesita del tiempo acelerado y homogéneo para funcionar.
Resistir al tiempo único es también resistir al modelo de desarrollo que
destruye territorios, saberes y vidas.
Desde la psicología social, esta
crítica al tiempo único permite comprender mejor los conflictos
intergeneracionales, los procesos de subjetivación en contextos comunitarios, y
las experiencias de trauma colectivo. Muchas veces, los tratamientos o las intervenciones
sociales fracasan porque no respetan el tiempo del otro. Entender que no todos
vivimos el tiempo de la misma manera es un acto de empatía y de justicia
epistémica.
Además, aceptar la pluralidad del
tiempo también implica abrirnos a otras formas de futuro. El futuro que propone
la modernidad —basado en el crecimiento económico y la tecnificación de la
vida— no es el único posible. Existen futuros alternativos, que se están
gestando en las luchas territoriales, en las prácticas de economía solidaria,
en las pedagogías decoloniales. La epistemología del Sur nos invita a imaginar,
colectivamente, esos otros futuros.
Conocimiento y emancipación: el Sur como horizonte ético y político
En su núcleo, Una epistemología
del Sur no es solo una crítica, sino una propuesta de transformación
profunda. Es una apuesta por un conocimiento que no solo interprete el mundo,
sino que contribuya activamente a cambiarlo. Para Sousa Santos, la emancipación
social solo será posible si construimos también una emancipación
epistemológica. Esto significa democratizar la producción de saber, reconocer
la autoridad de quienes han sido históricamente excluidos, y transformar las
instituciones que monopolizan el conocimiento.
Este enfoque redefine el rol del
intelectual, del investigador, del académico. Ya no se trata de “dar voz” a los
que no la tienen, sino de reconocer que esas voces existen, y que lo que
debemos hacer es escucharlas, acompañarlas y aprender con ellas. La tarea del
conocimiento no es hablar por otros, sino abrir caminos para que hablen por sí
mismos. Esta posición es coherente con una ética del diálogo, del cuidado y de
la reciprocidad.
En el campo de la psicología
social, este desafío implica revisar nuestras prácticas, nuestros lenguajes y
nuestras metodologías. No basta con estudiar la realidad desde afuera: debemos
involucrarnos, comprometernos, dejar que la realidad nos transforme también a
nosotros. Esta es la esencia de una práctica emancipadora: transformar sabiendo
que también somos transformados en el proceso.
El Sur que propone Sousa Santos no
es solo una localización geográfica, sino un horizonte ético y político. Es el
lugar de los oprimidos, pero también de la esperanza; el lugar del dolor, pero
también de la imaginación radical. Apostar por una epistemología del Sur es, en
última instancia, apostar por la vida en todas sus formas, por una humanidad
que se reconozca plural, interdependiente y profundamente digna.
Conclusión: pensar con el Sur, sentir con el mundo
La propuesta de Boaventura de Sousa
Santos no es simplemente una crítica al conocimiento hegemónico occidental,
sino una profunda invitación a descolonizar el pensamiento y a reinventar las
formas de saber desde el reconocimiento de la diversidad epistémica del mundo.
Una epistemología del Sur nos recuerda que detrás de cada categoría científica,
cada método y cada teoría, existe una historia de poder, una jerarquía de voces
que ha definido quién tiene derecho a conocer, a hablar y a transformar.
Reflexionar desde la psicología
social con base en este texto nos permite revisar nuestras propias prácticas
académicas y profesionales. No basta con estudiar el comportamiento humano
desde marcos teóricos universales; es necesario escuchar las voces de quienes
han sido históricamente excluidos de la conversación científica. Esto exige
humildad epistemológica, disposición al diálogo y compromiso con la
transformación social. La producción de conocimiento debe pasar de ser una
tarea de observación a una práctica de co-construcción y resistencia.
La lectura de este libro, sin duda,
sacude nuestras certezas. Nos lleva a cuestionar el lugar desde el cual
hablamos, las metodologías que empleamos y las verdades que defendemos. Al
mismo tiempo, nos ofrece caminos para imaginar otro modo de hacer ciencia: uno
que no niegue el conflicto, pero que lo asuma como punto de partida para la
interculturalidad, el respeto y la creatividad social. La ciencia no tiene por
qué ser monocorde, puede ser polifónica, siempre que estemos dispuestos a ceder
espacios y escuchar con atención.
En definitiva, pensar desde una
epistemología del Sur es reconocer el dolor sin romantizarlo, visibilizar lo
negado sin apropiarse de ello, y crear conocimiento al servicio de la vida. La
psicología social tiene aquí un papel vital: puede ser puente entre los saberes
académicos y los saberes populares, entre la teoría y la experiencia, entre el
análisis y la acción. Ese es el reto: no solo comprender el mundo, sino
contribuir a transformarlo con y desde los pueblos que lo habitan.
Bibliografía
Sousa Santos, B. de. (2009). Una
epistemología del Sur: la reinvención del conocimiento y la emancipación social.
Siglo XXI Editores.
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